martes, 28 de agosto de 2012

Principio de economía

Día A.
Con los primeros reportes sobre la desaparición de los números muchos nos mantuvimos escépticos (me incluyo) (coma) semejante historia no podía ser cierta. Nótese que escribo asumiendo que en el mundo entero se conocen los detalles (coma) a como vamos (coma) pronto no quedarán palabras y será demasiado tarde para expresar cualquier idea medianamente coherente. Mi amigo Glenn (coma) profesor en la Universidad de Texas dice que exagero (coma) pero ahí tienen el nuevo incidente. Sí señores (coma) hace seis días desaparecieron las comas por completo.

Pero está bien (coma) haré un breve resumen (¡Ja! las palabras limitadas y yo cayendo en semejantes redundancias). En fin (coma) no es que me hayan invadido ínfulas de documentador moderno. (Bah [coma] soy un desorden. No creo que nadie dentro de unos mil años logre aguantarse este enredo). La cosa en todo caso es que desaparecieron los números hace tres meses. Así como lo leen. Se preguntarán cómo (coma) bien (coma) yo se los diré: simplemente no los podemos escribir. Hemos recurrido oportunamente a escribirlos directamente (coma) entiéndase: uno (coma) dos (coma) cincuenta (coma) un millón setecientos veintidós (coma) etc. Ha sido todo un verdadero caos (coma) los rótulos por ejemplo (coma) han debido imprimirse bajo esta nueva lógica. Se imaginarán el resto (tengo la esperanza de que a los humanos nunca nos llegue a abandonar esa sed pseudo-apocalíptica [coma] tiene sus momentos amenos).  Una solución práctica similar hemos adoptado en este caso (coma) escribimos la palabra "coma" encerrada entre paréntesis para sustituir ese signo como ganchito que muchos creíamos tan insignificante y que ahora sentimos tan necesario (también guardo la esperanza de que la raza humana no pierda esa sublime ansia por lo inalcanzable).

Día B.
 Este no es el segundo día consecutivo en que escribo c o m a si no que es el segundo día en que escribo desde que resolví hacerlo ¿comprenden? Había decidido abandonar después de todo mi empresa como relator de las desventuras humanas c o m a pero se ha presentado un nuevo suceso. Nos han descubierto c o m a no hemos podido usar más la estúpida solución del paréntesis (probablemente ya lo habrán notado). Esta palabra espaciada es ahora el símbolo de nuestra resistencia.

Día C.
¿Saben lo que es tener conciencia de algo c o m a poder pronunciarlo c o m a poder visualizarlo perfectamente y aún así no poder escribirlo? Por ejemplo c o m a en este momento voy a abandonar el teclado y gritar la palabra c o m a: ******* y ustedes ni se han enterado. Nunca se enterarán. Nos hemos convertido en el perfecto ejemplo de la frustración punzante.

Día D.
Mi amigo Glenn y yo hemos intercambiado por el skype algunas elucubraciones teóricas acerca de la situación actual c o m a aunque más valdría decir que últimamente él se ha limitado a leer las mías (dice ya no tener muchas ganas de escribir el muy derrotista). En fin c o m a siguiendo a Ockham (ya saben c o m a pluralitas non est ponenda sine necessitate) habríamos de postular c u a t r o posibles hipótesis todas relacionadas c o  m a de las cuales sin embargo tendríamos que eliminar las que c o m a aunque completas c o m a añadieran a la discusión un nivel de complejidad mayor. Así pues c o m a  si aceptásemos (tal como lo dicta la convención social) la existencia de un dios "X" c o m a un ser omnipotente c o m a podríamos entonces cotejar:

- El dios X decidió descargar su furia contra la humanidad de manera lenta y cruel c o m a  a través de la eliminación paulatina de la palabra escrita.
- El dios X es un ente perverso que disfruta descargando su furia contra la humanidad de manera lenta y cruel a través de la eliminación paulatina de la palabra escrita.
- El dios X es un ente perverso que disfruta descargando su furia contra la humanidad de manera lenta y cruel a través de la eliminación paulatina de la palabra escrita c o m a para lo cual ha encomendado a una legión de seres menores para que manipulen a su antojo las mentes de las personas.
- El dios X es un ente perverso que disfruta descargando su furia contra la humanidad de manera lenta y cruel a través de la eliminación paulatina de la palabra escrita c o m a para lo cual ha encomendado a una legión de seres menores para que manipulen a su antojo las mentes de las personas punto y c o m a estos seres provienen de lugares remotos del universo en donde ha sido posible desarrollar el arte del entendimiento abstracto c o m a las habilidades telepáticas c  o m a  la supresión de emociones c o m a la invisibilidad de cada partícula subatómica de algunos cuerpos etéreos.

De lo cual inferimos c o m a por principio de economía c o  m a que el primer postulado ha de ser el  verdadero ya que no incluye variables que puedan poner en duda su validez.  O bien c o m a podemos simplemente decir que no existe el tal dios X y que entonces la incertidumbre nos va a cagar la vida. No sé c o m a da igual supongo. Me aburro como una ostra.

Dia E.
La gran mayoria hemos ya abandonado cualquier intento de resistencia futil han desaparecido tambien las tildes y ya no buscamos remedios para el uso de signos de puntuacion nos imaginamos simplemente que estamos leyendo algo de Saramago. El uso de los puntos como se ve aun es aceptado pero ha acabado por estar sobre utilizado y lo de las c o m a s ha caido en completo abandono por pura pereza mental razon por la cual dicho sea de paso la raza humana va a terminar devorada por el monstruo del auto olvido. Glenn no se ha vuelto a conectar.

Dia F.
Yo no creo que como sugirio Glenn (estuve leyendo algunos correos viejos) todo esto sea un caso de neolengua pero de todas formas ahora que lo pienso el y su aficion casi fetiche por Orwell no le habria permitido ver mas alla de tal disparate. Llego a esta conclusion porque simplemente no se atisban por ninguna parte principios de control politico sino mas bien una especie de aleatoriedad antojadiza un juego de dados cosmologico una sucesion de caprichos virales s i g n o d e i n t e r r o g a c i o n  o de virus caprichosos  s i g n o d e i n t e r r o g a c i o n En fin que su teoria no tiene pies ni cabeza no en vano y probablemente sin darme cuenta nunca le preste la atencion debida aunque se que a el le habria encantado que nos enfrascaramos en nuestros tipicos duelos argumentales. A nivel general la situacion es ya insostenible y a muchos nos duele que la evolucion de la cuestion sea tan lenta prefeririamos estar presentes para cuando todo se acabe debe ser ese afan humano por ser siempre testigos de los eventos de gran importancia aunque estos signifiquen nuestra propia exterminacion.

dia g.
por lo visto las palabras y signos escritos con anterioridad al incidente permaneceran aunque no podria asegurarlo con certeza. hoy he visto por primera vez desde hace muchos dias a traves de la ventana y descubri los viejos rotulos de las calles aun en su forma original y me ha entrado una nostalgia tremenda que tonto. ahora que lo pienso la mayor estupidez es que yo no hubiera llegado a esta conclusion antes teniendo este remedo de diario a la mano estoy perdiendo agilidad mental seguramente. desconfio de mi mismo que cosas no nos han robado las letras nos han robado la ingenuidad.

dia h.
la ultima vez olvide mencionar que habian desaparecido las mayusculas.

dia i
senores la confusion es terrible la gran mayoria ha optado por claudicar nos enfrentamos a fuerzas mas alla de nuestra pobre comprension somos seres insignificantes muchos hemos llegado a aceptarlo a pesar de nuestros antiguos suenos de grandeza ahora desbaratados por el mazo de la imposibilidad los p u n t o s  han desaparecido y ya no se sabe donde comienza una cosa y donde termina la otra



lunes, 6 de agosto de 2012

El fin de las amarguras

De Chavela Vargas aprendí que si a uno un lugar le queda chiquitico es mejor largarse y no mirar atrás. Referencia lejana, en todo caso, nunca me gustó su música ni el sufrido desgarro al que ella le llamaba cantar, pero siempre admiré la manera en que, quizás con un profundo resentimiento (que siempre llevó atravesado en la garganta), renegó de la Costa Rica ingrata que no estuvo a la altura de una mujer adelantada que llegó a rozarse con Grace Kelly, Pablo Picasso, Frida Kahlo, Joaquín Sabina y Pedro Almodóvar. En este país de agachados, en el que damos largos rodeos para llegar a una idea concreta, en el que encontramos justificaciones para casi todo, en el que incentivamos la cultura del pobrecitico, en el que tiramos la piedra y escondemos la mano, en el que es básicamente imposible reconocer el buen esfuerzo de los demás; aquí, en Costa Rica, es más fácil odiar irracionalmente a Chavela Vargas que aceptar que toda la vida nos dijo la verdad en la cara. Yo le llamo el "Síndrome Yolanda Oreamuno", otra insigne mujer, una de las más importantes figuras de la literatura costarricense, otra víctima de lo que ella misma llamó "la mediocridad de la cuna". El desdén es una de nuestras palabras favoritas, y eso nos lo recordó Chavela mientras alcanzaba la grandeza que en ninguna medida estuvo relacionada con este país hipócritamente tropical.

Todo esto me recuerda un viejo chiste: Un hombre llega al infierno, y su guía le muestra los alrededores, que básicamente están conformados por varios calderos hirvientes. El guía le explica al hombre que, por cuestiones de organización, cada caldero representa una nacionalidad adonde van a parar todas las personas de acuerdo a su origen. Cada caldero está vigilado por un demonio, que impide que alguien escape de allí buscando evitar el martirio. Al hombre sin embargo le llama la atención uno de los calderos que está completamente desatendido, e interroga a su guía al respecto. Este le explica que aquel caldero es el de los costarricenses, y que habían descubierto que no había necesidad de poner vigilancia ya que cuando alguno de los martirizados estaba a punto de salir, alguno de sus compatriotas lo empujaba hacia abajo para intentar salir por su cuenta.

Venga un tequila para brindar a tu salud, Chavela, donde quiera que esté el caldero al que fuiste a parar. Ojalá que hayás encontrado, por fin, el fin de tus amarguras.