lunes, 10 de mayo de 2010

La matrix, los artistas y la cosa política

No todos los artistas sueñan con desfilar en alfombras rojas y en alcanzar la fama mundial. Algunos, aunque sea difícil de creer, trabajan en lo que hacen porque simplemente aman su profesión, o porque quieren a través de su arte llevar algún mensaje a la gente que les sigue. ¿Idealista? Si. ¿Posible? También.

El cantautor nicaragüense Ramón Mejía, mejor conocido como Perro Zompopo es quizá un claro ejemplo de esto. Su estilo es, a todas luces, contestatario, y en definitiva sus canciones quizá nunca se lleguen a escuchar en las radios comerciales. Gracias a la democracia de la internet y la revolución del 2.0, miles de personas se han identificado con sus letras que, en gran medida, escuecen la ingle de muchos políticos bien acomodados.

De ahí que el polvorín se levantara cuando se supo que "el perro" iba a ser partícipe del así llamado "Concierto por la democracia" con motivo del traspaso de poderes en el gobierno costarricense. Muchos le llamaron vendido, a lo cual el artista reaccionó con una ácida réplica escrita. Este mismo apelativo utilizó mucha gente también cuando se supo que el músico costarricense Manuel Obregón formaba parte de los espectáculos de campaña de la anterior candidata y ahora presidenta Laura Chinchilla. Dicho sea de paso, don Manuel es ahora flamante Ministro de Cultura de esta administración. Evidentemente el apoyo tuvo su recompensa.

Ahora bien ¿qué significa ser un "vendido"? En mi opinión, venderse significa dejar de luchar por las cosas en las que uno cree, cambiar su discurso, callarse las críticas, maquillar los hechos incómodos con falsos halagos. Ninguno de los dos artistas antes mencionado, que yo sepa, ha pecado en este sentido. Antes bien, decidieron hacer una movida estratégica para lograr que sus luchas tengan mas resonancia política. Ya saben: para derrotar a la matrix, es necesario insertarse en la matrix.

Esto me recuerda aquello que decía Michael Moore en entrevista para el recomendadísimo documental "The corporation": Él ha aprovechado el hecho de que las grandes corporaciones capitalistas son tan voraces y están tan ávidas de ganancias, que no les importa distibuir e incluso producir sus películas, en las cuales se crítica a esas empresas amigas de los dólares. Desde el mismo sistema se puede lograr que el sistema se tambalee, esa es su filosofía. Y al parecer la de Perro Zompopo también: quienes asistimos al concierto del sábado le escuchamos hacer un ferviente llamado a parar el proyecto minero en crucitas a como fuera lugar. Recibió un gran aplauso del público a cambio. Quién sabe si la presidenta Chinchilla, desde el palco de invitados, habrá aplaudido también.